Válvula de distribuidor

Una válvula distribuidora funciona controlando el flujo de fluido en un sistema hidráulico. Por lo general, consiste en una carcasa con múltiples puertos y pasajes internos. Dentro de la válvula, hay un carrete o rotor que se puede girar o deslizar a diferentes posiciones. Cuando se mueve el carrete o rotor, se alinea con puertos o pasajes específicos, lo que permite que el fluido fluya a través de ellos. Al dirigir el flujo de fluido a diferentes secciones o componentes del sistema hidráulico, la válvula distribuidora permite un control y un funcionamiento precisos. El movimiento del carrete o rotor se controla típicamente manualmente o a través de un mecanismo operado por solenoide.

Al seleccionar una válvula de distribuidor, se deben considerar varias características clave. El caudal requerido es crucial ya que determina la capacidad de la válvula para manejar el flujo de fluido del sistema. La clasificación de presión también es importante, ya que indica la presión máxima que puede soportar la válvula. El número de puertos en la válvula determina a cuántas líneas o componentes puede distribuir el fluido. El mecanismo de control, ya sea manual o operado por solenoide, afecta la facilidad y precisión de operación. Por último, la compatibilidad con el fluido hidráulico que se utiliza es esencial para garantizar la longevidad y el correcto funcionamiento de la válvula.